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Medina recibe a Melgares en un nuevo encuentro

El mundo del fútbol, más que un simple deporte, es una amalgama de emociones, decisiones difíciles y relaciones complejas. En el caso del Vélez, la situación actual ha desatado una serie de reacciones que van desde la frustración hasta la esperanza de un futuro mejor. En este contexto, Carlos Medina, quien tiene en sus manos el futuro del club, ha compartido sus pensamientos y reflexiones sobre los acontecimientos recientes que han marcado el rumbo del equipo.

Carlos Medina y su visión del futuro del Vélez

Carlos Medina ha sido una figura clave en los recientes sucesos que han afectado al Vélez. En una entrevista exclusiva con "Diario La Axarquía", Medina aborda sin tapujos las dificultades que ha enfrentado el club y su deseo de restaurar la estabilidad. Su enfoque directo y honesto revela la urgencia de hacer cambios significativos para garantizar la continuidad del equipo en el ámbito competitivo.

Medina se refiere a los eventos ocurridos en diciembre como el detonante de una serie de problemas que han azotado al club. Estos incidentes, que involucran a jugadores y a la administración, han creado un ambiente de incertidumbre. Según él, "los acontecimientos de diciembre desencadenaron toda la porquería que después ha ocurrido", subrayando la gravedad de la situación.

Las promesas incumplidas y la deuda con los jugadores

Uno de los puntos más críticos que Medina menciona en la entrevista es la deuda que el club mantiene con los jugadores. Este tema ha sido fuente de múltiples conflictos y desconfianzas. Medina afirma que "los jugadores condonaban la deuda sin que se respetaran las nóminas", lo que indica una falta de transparencia y responsabilidad en la gestión financiera del club.

La situación se complica aún más cuando menciona que "gentes del fútbol y la política me dieron una palabra que hasta ahora no han cumplido". Esta falta de cumplimiento ha deteriorado aún más la relación entre los directivos y los futbolistas, creando un clima de desconfianza y desmotivación.

Decisiones difíciles en momentos críticos

Medina no escatima en reconocer que las decisiones tomadas durante su gestión no han sido fáciles. "El pacto con los futbolistas era pagarles según fuera llegando el dinero", lo que revela la precariedad económica que atraviesa el club. Además, expresa su frustración al mencionar que "a mí, cuando me vengan con un acta del 4 de mayo de 2009, en el que se acordaba un endoso para mi primo Paco, entonces que el Vélez le dé el dinero a él". Esto ilustra la complejidad y los conflictos internos que existen en la estructura del club.

La presión también se ha sentido en su liderazgo. Medina reconoce que "no somos gente del fútbol, no hemos vivido antes esto", lo que refleja la inexperiencia de algunos miembros de la directiva. "Se nos puede permitir estos fallos, pero claro que estamos arrepentidos de dar el paso atrás", indica, resaltando la necesidad de una dirección más firme y decidida.

La esperanza de un nuevo liderazgo

A pesar de las adversidades, Medina no pierde la esperanza de un cambio positivo. Su deseo de que "vuelva Emilio Melgares y más gente" al club muestra su interés en contar con líderes que puedan aportar estabilidad y experiencia. Medina sugiere un modelo de rotación en la presidencia: "Yo dos años, y él los otros dos", con el objetivo de garantizar una transición fluida y efectiva en la dirección del club.

La política y su influencia en el deporte

La relación entre la política y el deporte es un tema recurrente en la conversación de Medina. Al expresar su desconfianza hacia la influencia política en el club, menciona que "parece que desde la presidencia del Vélez se llega a la Alcaldía". Esta afirmación pone de manifiesto la preocupación por una posible injerencia política que podría afectar el rendimiento del equipo y las decisiones administrativas.

Medina también comparte su experiencia personal al haber estado involucrado en la política, declarando que "acabé quemado, y más ahora sabiendo todo lo que hay por dentro". Esta experiencia le ha enseñado a ser cauteloso y a priorizar el bienestar del club sobre cualquier interés personal o político.

Compromisos y promesas no cumplidas

La frustración de Medina se hace evidente al hablar de las promesas realizadas por el Ayuntamiento: "El Ayuntamiento nos prometió cuatro cosas, y no ha cumplido ni la A, ni la B, ni la C, ni la D". Esta falta de apoyo institucional ha dejado al club en una situación vulnerable, debilitando su capacidad para competir y crecer. La desilusión es palpable cuando afirma que "se nos quitó la ilusión", reflejando la desesperanza que sienten él y su equipo ante la falta de recursos y apoyo.

Un llamado a la unidad y la colaboración

En medio de los desafíos, Medina expresa un anhelo de unidad entre los aficionados y los directivos. "Podría haber unión", sugiere, enfatizando la importancia de trabajar juntos para superar las adversidades. Un enfoque colaborativo podría ser la clave para restaurar la confianza y la motivación entre todos los involucrados en el club.

A medida que se enfrenta a un futuro incierto, Carlos Medina sigue comprometido con la causa del Vélez. Su deseo de ver a Melgares y a otros liderando el club es una señal de que, a pesar de las dificultades, todavía hay esperanza para un renacer futbolístico. La pasión por el deporte y el deseo de mejorar son motores que pueden llevar al club a mejores días.

Para aquellos interesados en la música que acompaña este viaje emocional, una buena recomendación es el videoclip "Abre las puertas al amor" de Oscar Medina, que captura la esencia de la esperanza y la unidad en momentos de dificultad. Puedes verlo aquí:

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