El debate sobre la conmemoración de figuras históricas en el espacio público ha cobrado fuerza en numerosas ciudades de España, y el caso de La Pasionaria en Vélez-Málaga es un claro ejemplo de ello. La reciente negativa de la alcaldesa María Salomé Arroyo a erigir una escultura en honor a esta icónica figura política ha desatado una serie de reacciones, reflejando las tensiones y divisiones en la opinión pública.
Contexto histórico de La Pasionaria
Dolores Ibárruri, conocida como La Pasionaria, fue una destacada líder comunista y figura emblemática durante la Guerra Civil Española. Su famoso lema "¡No pasarán!" se convirtió en un símbolo de resistencia contra el fascismo. Su legado continúa siendo objeto de debate, tanto en términos de su contribución a la lucha por la libertad como de las controversias asociadas a su vida y su militancia.
La figura de La Pasionaria ha sido venerada en algunos sectores como un símbolo de lucha y resistencia, mientras que otros critican su papel y su ideología, lo que ha llevado a una polarización en la percepción pública sobre su conmemoración.
Propuesta de la escultura en Vélez-Málaga
El concejal de Izquierda Unida, Salvador Marín, propuso la instalación de una gran escultura de La Pasionaria en una de las rotondas de la avenida principal de Vélez-Málaga, actualmente conocida como Avenida Dolores Ibárruri. Esta propuesta buscaba rendir homenaje a la figura histórica, pero también fue vista como un intento de visibilizar la ideología comunista en un contexto donde las sensibilidades políticas son diversas.
La reacción al anuncio no se hizo esperar. Varios miembros del Partido Popular, incluido su líder Francisco Delgado Bonilla, criticaron la decisión de Marín, acusándolo de actuar de manera prepotente al no llevar la propuesta a una Sesión Plenaria. Bonilla expresó su descontento al cuestionar la pertinencia de honrar a una figura que, según él, "tenía las manos manchadas de sangre".
Reacciones de la alcaldesa y la opinión pública
La alcaldesa María Salomé Arroyo se posicionó en contra de la instalación de la escultura, afirmando que no era el momento ni el lugar adecuado para tal homenaje. Su negativa fue interpretada como una respuesta a las numerosas quejas de los ciudadanos que se sentían incómodos con la idea de celebrar a una figura tan divisiva. Arroyo enfatizó que su decisión estaba alineada con el sentir popular, lo que resalta la importancia de la opinión pública en las decisiones políticas locales.
En una encuesta llevada a cabo por Diario La Axarquía, más del 54% de los votantes manifestó que la propuesta de Marín "suena a cachondeo", lo que refleja un escepticismo considerable sobre la idoneidad de honrar a La Pasionaria en el contexto actual. Este tipo de reacciones sugiere que la memoria histórica sigue siendo un tema sensible y que la forma en que se conmemoran figuras polémicas genera un debate intenso en la sociedad.
El papel de los monumentos en la sociedad contemporánea
La controversia en torno a la figura de La Pasionaria en Vélez-Málaga se enmarca en un debate más amplio sobre el rol de los monumentos en la sociedad contemporánea. En los últimos años, muchas ciudades han reevaluado sus estatuas y monumentos, considerando no solo el contexto histórico en el que fueron creados, sino también su relevancia y aceptación en la actualidad.
- La conmemoración de figuras históricas puede ser un reflejo de una ideología política dominante.
- Los monumentos pueden servir como puntos de encuentro para el diálogo o, por el contrario, pueden intensificar divisiones sociales.
- La representación de figuras controversiales a menudo provoca debates sobre la identidad cultural y la memoria colectiva.
Alternativas y propuestas para el espacio público
Ante la negativa de la alcaldesa, surge la pregunta sobre qué tipo de monumentos o reconocimientos podrían instalarse en las rotondas de la avenida principal. La comunidad local podría explorar opciones que representen una diversidad de voces y perspectivas, contribuyendo a un entorno más inclusivo.
Algunas alternativas podrían incluir:
- Esculturas de otras figuras históricas que representen diversos aspectos de la historia local.
- Arte público que promueva la convivencia y el diálogo entre diferentes ideologías.
- Monumentos que celebren la diversidad cultural y la inclusión en la sociedad contemporánea.
Estos enfoques podrían ayudar a transformar el espacio público en un lugar donde se reconozcan y respeten las diferentes historias y experiencias de la comunidad.
Mirando hacia el futuro: el legado de La Pasionaria
Independientemente de la decisión que se tome sobre la escultura en Vélez-Málaga, el legado de La Pasionaria seguirá siendo objeto de discusión y análisis. Su figura representa no solo un periodo tumultuoso de la historia española, sino también las luchas por la justicia social y los derechos humanos que aún resuenan en la actualidad.
La forma en que las ciudades eligen conmemorar personajes históricos puede reflejar la evolución de la sociedad y su capacidad para enfrentar los desafíos del presente. En este sentido, la negativa de Arroyo puede ser vista como un intento de fomentar un debate más constructivo sobre cómo recordar el pasado sin perpetuar divisiones en el presente.
Para aquellos interesados en profundizar en la figura de La Pasionaria y su impacto en el arte y la cultura, se puede ver un análisis sobre su legado en este video:
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