La crisis presupuestaria que enfrenta el Hospital Regional Universitario de Málaga es un reflejo de un problema más amplio que afecta a muchas instituciones de salud en todo el país. Para comprender la situación actual, es esencial analizar cómo se configura su presupuesto y qué implicaciones tiene para la atención médica de la población que atiende. Este artículo explorará no solo el déficit crónico de recursos, sino también sus consecuencias en la calidad del servicio y el bienestar tanto de los pacientes como de los profesionales de la salud.
Entendiendo el presupuesto hospitalario
El presupuesto de un hospital es un elemento clave que determina su capacidad para ofrecer servicios de salud de calidad. Este se basa en varios factores, incluyendo la población atendida, los tipos de servicios ofrecidos y los recursos humanos disponibles. En el caso del Hospital Regional Universitario, el presupuesto anual se deriva de la cantidad de Tarjetas Individuales Sanitarias (TIS) que se registran, lo que representa la cantidad de pacientes que utilizan sus servicios.
En 2023, el censo poblacional de Málaga llegó a aproximadamente 1.752.728 habitantes, con un crecimiento anual superior al 2%. A pesar de esto, el hospital cuenta con una plantilla de facultativos que no se ajusta a la demanda. Por ejemplo, en especialidades críticas como Alergología, Cirugía Pediátrica y Cirugía Plástica, el número de facultativos asignados no es suficiente para atender adecuadamente a la población asignada.
- Unidad de Alergología: 7 facultativos especialistas de área (FEAs).
- Unidad de Cirugía Maxilofacial: 11 FEAs.
- Unidad de Cirugía Pediátrica: 12 FEAs.
- Unidad de Cirugía Plástica: 9 FEAs.
- Unidad de Cirugía Torácica: 5 FEAs.
Es evidente que el déficit de personal no solo compromete la atención de los habitantes de Málaga, sino que también afecta a pacientes de otras provincias y regiones, quienes acuden al hospital en busca de atención especializada.
El objetivo del hospital regional
El Hospital Regional tiene como objetivo proporcionar atención médica de calidad a toda la población de la provincia de Málaga. Sin embargo, este objetivo se ve obstaculizado por la falta de recursos. El hospital ofrece servicios únicos que deben atender a un número significativo de pacientes, incluidos aquellos que provienen de áreas fuera de su jurisdicción. Este fenómeno provoca una sobrecarga en los servicios que, a pesar de contar con una infraestructura diseñada para una población mayor, no están suficientemente dotados de personal.
Un claro ejemplo de esta situación es el servicio de Hematología, que ocupa el primer lugar en trasplantes de médula ósea en Andalucía. Sin embargo, su capacidad está limitada a una población de 360.000 habitantes, lo que dificulta su funcionamiento ante el incremento de la demanda de pacientes de otras provincias e incluso de turistas y migrantes.
La crítica situación de las listas de espera
Las listas de espera son una de las consecuencias más visibles de la insuficiencia presupuestaria. A medida que el hospital intenta ajustarse a un presupuesto limitado, la administración ha recortado servicios, lo que ha llevado a la eliminación de muchas consultas y ha incrementado el tiempo de espera para los pacientes. En el caso del servicio de Alergología, se eliminaron las consultas por las tardes, lo que ha complicado aún más la atención a los pacientes que esperan su primera cita.
Este tipo de decisiones, aunque justificadas por la falta de recursos, no hacen más que agravar un problema que ha estado presente durante años. Las listas de espera se han disparado, llevando a los pacientes a esperar meses para recibir atención especializada, lo que impacta en su salud y bienestar general.
La precariedad de la plantilla de facultativos
La escasez de facultativos en el Hospital Regional es un tema que merece una atención especial. De los 7.000 empleados del hospital, solo el 16% son facultativos. Esta cifra desciende al 14% si se excluyen los equipos intermedios y directivos. La falta de facultativos no solo afecta la atención al paciente, sino que también repercute en la moral del personal existente, quienes deben lidiar con una carga de trabajo excesiva.
- Escasez de personal médico en especialidades críticas.
- Nombramientos temporales que no favorecen la estabilidad laboral.
- Altas tasas de permisos y reducciones de jornada que no se cubren adecuadamente.
La combinación de estos factores crea un ambiente laboral difícil que impacta negativamente en la atención al paciente. Los facultativos se ven obligados a realizar múltiples funciones, lo que aumenta su carga de trabajo y genera estrés. Por ejemplo, un médico de endocrinología que no tiene personal auxiliar debe encargarse de tareas administrativas y clínicas, lo cual no es sostenible a largo plazo.
Estructura del hospital y sus deficiencias
La estructura del Hospital Regional también presenta importantes deficiencias que afectan la atención. Con varios edificios independientes, el complejo hospitalario se convierte en un laberinto complicado para los pacientes y el personal. La pandemia exacerbó esta situación al forzar el desplazamiento de algunos servicios, que aún no han regresado a sus ubicaciones originales, creando confusión y desorganización.
Además, las áreas de descanso para el personal son inadecuadas, muchas veces compartidas por múltiples personas, lo que afecta el bienestar del personal médico que trabaja en turnos prolongados. Las condiciones actuales no son propicias para mantener un adecuado nivel de atención ni para la capacitación continua de los facultativos.
Problemas de infraestructura y hacinamiento
Las instalaciones del hospital también enfrentan problemas significativos en términos de espacio y funcionalidad. Por ejemplo, el Centro de Alta Resolución de Especialidades (CARE) se está viendo abrumado por el número de pacientes. En una sola planta, se pueden encontrar hasta 400 personas al mismo tiempo, lo que plantea serios riesgos para la seguridad tanto de los pacientes como del personal médico.
La falta de áreas de espera adecuadas y la obsolescencia de los sistemas de gestión de colas contribuyen a un ambiente tenso que puede afectar la calidad de la atención. Es urgente una ampliación y adecuación de las instalaciones para garantizar un servicio eficiente y seguro.
Conclusiones sobre el futuro del Hospital Regional
La situación del Hospital Regional Universitario de Málaga es un claro ejemplo de cómo un déficit crónico de presupuesto puede afectar la atención médica de una población entera. Si no se toman medidas efectivas para abordar estas deficiencias, el futuro de la atención sanitaria en la región podría verse comprometido. Mientras tanto, los profesionales de la salud continúan enfrentando desafíos significativos en su esfuerzo por brindar atención de calidad a los pacientes.
Para más información sobre la crisis que enfrenta el Hospital Regional, puedes ver el siguiente video que aborda esta problemática en detalle:
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