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El Acebuchal, la aldea que asustó a Franco y resurgió fuerte

El Acebuchal es una pequeña aldea situada entre Frigiliana y Cómpeta, rodeada por la belleza natural de las Sierras Tejeda, Almijara y el Parque Natural de Alhama. Este escondido rincón de la provincia de Málaga ha experimentado una metamorfosis sorprendente: de ser un pueblo fantasma a convertirse en un atractivo destino turístico. Pero su historia es profunda y está marcada por la represión y el exilio, un relato que merece ser contado.

Historia de un pueblo olvidado

Hasta 1948, El Acebuchal contaba con aproximadamente 200 habitantes que vivían de la agricultura, el pastoreo y la producción de cal y carbón. Esta aldea era un importante punto de encuentro para los arrieros que transportaban mercancías entre los pueblos cercanos, como Granada y Nerja. Los mulos eran el medio de transporte principal, llevando frutas, verduras y pescado a localidades vecinas.

Sin embargo, con la llegada de la dictadura franquista, El Acebuchal fue despojado de su esencia. El miedo y la represión marcaron el destino de sus habitantes, quienes se vieron obligados a abandonar su hogar y sus raíces.

El contexto de la represión franquista

La posguerra en España fue un periodo oscuro, caracterizado por la represión y el miedo. En 1948, la resistencia antifranquista, conocida como el maquis, luchaba desde la sierra, y se sospechaba que algunos aldeanos de El Acebuchal colaboraban con estos guerrilleros. La Guardia Civil, bajo órdenes del régimen de Franco, tomó la decisión de desalojar a la población.

Los rumores sobre la colaboración entre los habitantes de El Acebuchal y el maquis se propagaron rápidamente. La Agrupación Roberto, un grupo de resistencia antifranquista, operaba en la zona y se decía que contaba con el apoyo de los aldeanos. La represión era brutal, y cualquier sospecha de actividad opositora era castigada con severidad.

Desalojo y desaparición del pueblo

En el verano de 1948, el régimen franquista ordenó el desalojo de El Acebuchal. La Guardia Civil, acompañada por los Regulares de Alhucema, forzó a los vecinos a abandonar sus hogares sin tiempo ni para recoger sus pertenencias. Este acto violento convirtió a la aldea en una “aldea fantasma”, marcando el inicio de su larga desolación.

  • Desalojo forzado de 200 vecinos.
  • Familias obligadas a abandonar sus casas y tierras.
  • La aldea se convirtió en un símbolo del olvido.

Las casas, que una vez fueron hogares llenos de vida, comenzaron a deteriorarse sin el cuidado de sus habitantes. A medida que pasaban los años, El Acebuchal se convirtió en un recuerdo borroso de lo que había sido.

El renacer de El Acebuchal

La aldea permaneció en el abandono hasta 1998, cuando un hijo del pueblo, Antonio ‘El Zumbo’, decidió devolverle la vida. Con un esfuerzo titánico, comenzó a reconstruir El Acebuchal, enfrentándose a la falta de recursos y a las dificultades de trabajar sin electricidad o agua.

La rehabilitación de la aldea no fue tarea fácil; se construyeron casas de cal y piedra y se restauraron las calles empedradas. Hoy en día, El Acebuchal es un destino turístico que atrae a visitantes de todo el mundo, especialmente en los fines de semana y durante el verano.

Qué ver en El Acebuchal

El Acebuchal ofrece una variedad de atractivos para los turistas. Algunos de los más destacados son:

  • Piscinas naturales: ‘La Fábrica de la Luz’ es un lugar ideal para disfrutar de un baño en un entorno natural.
  • Rutas de senderismo: Los alrededores son perfectos para los amantes de la naturaleza, con senderos que ofrecen vistas impresionantes.
  • Gastronomía local: Muchos de los productos que se ofrecen en los bares y restaurantes son cultivados en la zona y son de origen ecológico.
  • Eventos culturales: Se organizan actividades que recrean el antiguo oficio de los arrieros, permitiendo a los visitantes conocer la historia local.

La memoria de un pueblo rescatada

El renacer de El Acebuchal es un homenaje a sus antiguos habitantes, quienes fueron forzados a abandonar su hogar. La reconstrucción de la aldea no solo busca atraer turistas, sino que también es una forma de recuperar la memoria histórica y devolver la dignidad a aquellos que sufrieron durante la represión franquista.

Este proceso de revitalización no solo implica recuperar edificios, sino también reconstruir la identidad de una comunidad que, a pesar del exilio, nunca olvidó su hogar. Las familias que ahora habitan El Acebuchal rinden tributo a sus antepasados, compartiendo su historia con cada visitante que llega a este mágico lugar.

Para aquellos interesados en conocer más sobre El Acebuchal, hay recursos audiovisuales que documentan su transformación. Uno de ellos es el siguiente video, que muestra la belleza y la historia de esta aldea:

En resumen, El Acebuchal no es solo un destino turístico; es un lugar donde la historia, la resistencia y la cultura se entrelazan, proporcionando un espacio para reflexionar sobre el pasado y celebrar el presente.

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